En su búsqueda por convertirse en el primer banco Neto Positivo y hacer banca con propósito, BAC está reimaginando sus tarjetas, cambiando el material actual (plástico PVC) por un material amigable con el medio ambiente. El objetivo es reducir el uso de plástico y cambiarlo por un material de origen natural hecho a base de maíz no comestible (PLA) que pueda ser compostado para generar valor ambiental positivo.
La nueva tarjeta está compuesta por un 82% de material derivado del maíz no comestible.
(PLA: ácido poliláctico), cuya producción requiere 26% menos de energía y emite 66% menos de gases de efecto invernadero en comparación con el plástico. Además, el material puede molerse y ponerse en compostaje para que regrese a la naturaleza de
manera segura en pocos meses y no en cientos de años como es el caso del plástico.
El 18% restante de la tarjeta corresponde al chip, banda, antena y diseño, y para este
último, las tintas utilizadas son a base de agua y no de solventes, por lo que, no generan
gases tóxicos. Así mismo, el empaque de las tarjetas se reemplazará por un sobre de
cartón 100% reciclado, que además se reutilizará luego de su vida útil, promoviendo
economía circular en todos los procesos relacionados con esta nueva tarjeta BIO.
La entidad bancaria cuenta con una estrategia robusta para el diseño de soluciones
financieras de triple valor. Este proyecto es un paso contundente en esa dirección, con el cual se generará valor ambiental positivo gracias a la utilización de materias primas
no derivadas del petróleo y de base natural, pero que además son compostables, en
el caso de la tarjeta, y reciclables, para el caso del sobre y los otros componentes electrónicos.
Adicionalmente, se está reduciendo el uso de papel a través de la digitalización y se está
generando valor social positivo al impulsar el desarrollo de nuevos emprendimientos en la región que se dedicarán al compostaje de las tarjetas una vez que éstas cumplan su vida útil. Es decir, BAC realizará el compostaje en alianza con pequeñas y medianas empresas; en Guatemala se realizará a través de Reciclemos GT, empresa con la cual trabaja hoy en día todo el proceso de reciclaje de residuos en sus edificios y algunas agencias.
Para lograrlo, BAC contará con un programa para que sus clientes puedan entregar
de forma segura las tarjetas que ya cumplieron la vida útil a lo largo de la región,
como forma de cerrar este ciclo de economía circular.
Además, la entidad financiera realizó una alianza con FuncAGUA para constituir el primer Vivero Forestal BIO BAC, en el cual, el compost natural (obtenido del proceso de
compostaje de la Tarjeta BIO) servirá como abono de alta calidad, útil y seguro para sembrar más de 30 mil árboles de especies nativas de Guatemala en las áreas protegidas del país.
Esto equivale a 30 hectáreas que serán reforestadas a través de actividades de voluntariado con clientes y colaboradores de BAC. FuncAGUA se encargará de proporcionar los cuidados necesarios al nuevo Vivero Forestal BIO BAC.
En marzo de 2022, el banco definió 12 objetivos estratégicos, 3 en cada una de las
dimensiones, y la Tarjeta BIO y su empaque secundario responden a tres de estos
objetivos:
Ser el banco líder en soluciones financieras simples, digitales y de triple valor.
Ser un banco Carbono, Residuos y Agua positivo en 2025.
Ser el banco que impulse una Centroamérica circular y promueva la movilidad sostenible.
Adicionalmente, BAC se convirtió en el primer grupo financiero de la región en adherirse a los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas, además, es signatario de
las principales iniciativas que promueven la alineación de las estrategias de negocio de
las entidades financieras con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, el Acuerdo de París y aquellas que impulsan la meta de ser positivo
para la sociedad y el medio ambiente.